THE TRUTH OF A LIGHTSEEKER
- mariannecliche
- 20 jun 2021
- 3 Min. de lectura
"Una vez que hayas probado volar, siempre caminarás por la tierra con los ojos mirando al cielo, porque allí has estado, y allí siempre anhelarás regresar"
Leonardo Da Vinci
Siempre esta búsqueda de identidad es una carrera de nunca acabar, nos cuestionamos constantemente quiénes somos, a dónde vamos, quién no somos, y así sin descanso una y otra vez, incluso permitimos también que otros nos cataloguen o etiqueten para dotarnos de "identidad".
Pero alguna vez te has preguntado ¿qué soy?, yo jamás lo había hecho porque para mi tener cierta personalidad era algo fijo aunque cambiaras ciertas características con el tiempo, porque era ese tipo de persona que siempre se excusaba bajo el "yo soy así" tanto para lo bueno como para lo malo. Viví la mayor parte de mi vida hasta ahora sin entender bien qué pasaba conmigo cada vez que sentía emociones muy fuertes, una energía enorme se apoderaba de mí, incluso lograba llevarla hacia otros objetos alrededor mío o "traspasarla"a otras personas.
Desde luego, estas experiencias solo me definían como "intensa"(tanto para lo bueno como para lo malo); el resto de las personas solían decirme que yo era muy fuerte o que tenía mucho carácter y así se daba "respuesta" a esa carga de energía. Muy dentro de mí no creía del todo en ello, porque cualquier emoción intensa me llenaba por completo de alegría, dolor, tristeza, letargo, éxtasis. Eso no podía ser solo el "yo soy así", simplemente no.
Nunca pude explicármelo, ni siquiera cuando inicié este camino de descubrimiento y entendimiento de mi energía, hasta que conocí a alguien que me ayudó a entender qué pasaba conmigo, que me enseñó la importancia de encontrar LO QUE SOY y NO quién soy. Porque son 2 cosas totalmente distintas, si empiezas por cuestionarte qué eres te aseguro que la respuesta será totalmente diferente incluso si no sabes bien cómo responder a esta pregunta.
Si en este mundo somos energía, ¿qué tipo de energía eres tú?, yo descubrí que soy algo que llaman "Lightseeker o Lightworker". Al inicio ni siquiera me parecía emocionante, no me gustaba porque normalmente las entidades que son ese tipo de energía pueden absorber mucha energía que las rodea (aquí me refiero no a absolutamente toda porque en otra entrada del blog les hablaré sobre la relevancia de la energía cuántica en este tema) y no precisamente será energía que nutra, también puede ser energía que "destruya".
Recuerdo bien el día que me abrió los ojos por completo hacia esta identidad, recientemente iba camino hacia la exposición de una amiga en el Desierto de los Leones y mientras estaba en el coche como copiloto, me empecé a sentir físicamente muy mal, me faltaba el aire, me dolía el brazo izquierdo y la cabeza. Cerré los ojos, me quedé literalmente helada mi temperatura corporal estaba muy baja, empecé a mover los brazos y manos como si tocara algo, lo que buscaba era quitarme el dolor y adormecimiento del brazo... No lo logré y los síntomas se intensificaban, de pronto parecía que me llenaba de energía, era una sensación indescriptible y muy fuerte, sentía muchísimo placer al estar absorbiendo esa energía porque además solo estaba viviendo ese momento, no estaba pensando en nada más.
Llegando al lugar, me bajé del coche, sentía mucha paz y felicidad inexplicables, pero no me sentía totalmente presente, no sé cómo explicarlo. Empecé a caminar de la mano de mi novio, veía a todas las personas a los ojos y podía sentir aunque fuera un poquito la emoción predominante que cada una de esas personas estaba sintiendo. Él me acercó a un árbol enorme, hermoso y muy viejo, me pidió que pusiera las manos en el tronco... ¡WOW! llegó esa sensación de descarga total, empecé a "transferirle" a ese árbol toda la energía que traía guardada, me dieron escalofríos, sentí una conexión enorme con la naturaleza, fueron segundos solamente...
Ese día supe que podía absorber y proyectar energía, ese día supe la importancia de descubrir el tipo de energía que soy...

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